El jamón ibérico es sabido por todos que es conocido mundialmente como uno de los productos más exquisitos de nuestro país. Pero hay otro producto del que todavía no hemos hablado y es el embutido por excelencia: el chorizo ibérico. Junto con el jamón ibérico, ambos productos forman parte de nuestra gastronomía desde hace mucho tiempo y son alimentos muy preciados para el paladar. Hoy queremos que conozcas por completo el chorizo ibérico y sus características.
Qué es el chorizo ibérico y de dónde viene
El chorizo como ya hemos dicho es un producto ibérico muy típico de nuestro país. Es un alimento que proviene del cerdo, concretamente hecho con su grasa y su carne picada. Además, se suele embutir con la tripa natural.
Si bien sabemos que se trata de un producto ibérico, existen otros tipos de chorizo alrededor del mundo. Aunque si vemos un chorizo con ese color rojo característico debemos saber que se trata de un chorizo ibérico español, ya que ha sido condimentado con pimentón.
Su origen se remonta a una tradición muy antigua conocida como la “matanza del cerdo”, con la cual se buscaba conseguir suficiente abastecimiento de carne para la familia.
Qué tipos de chorizo hay
En España podemos encontrar una gran diversidad de chorizos, pero estos se clasifican según sus carnes, especias y curación, entre otras.
Según la carne de cerdo, podemos encontrar chorizo ibérico de bellota (procedente de cerdos criados en libertad y alimentados con bellotas), chorizo ibérico (procedente de cerdos ibéricos, que tienen crianzas diversas) y chorizo tradicional (procedente de cerdo blanco). El chorizo ibérico de bellota suele ser el más preciado ya que proviene de los cerdos de los cuales se extraen los mejores jamones ibéricos.
También podemos encontrar chorizos dulces (con pimentón dulce) o picantes (con pimentón picante) y chorizos ahumados, (con leña de roble o encina).
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Cómo se hace el chorizo ibérico
Como ya hemos indicado más arriba, el chorizo se hace con carne picada y tocino de cerdo, además de pimentón, ajo y sal. También se le suelen añadir más especias como el comino o el laurel, e incluso hay chorizos con cebolla. En cualquier caso, la mezcla de todos estos ingredientes es lo que le da ese olor tan característico y reconocible al chorizo.
Si bien podemos encontrar diferentes recetas de elaboración, existe un proceso básico para hacer chorizo ibérico de forma tradicional. En primer lugar se trocea y se pica la carne y el tocino de cerdo. Una vez está bien picada, se mezcla bien con las especias y se deja en reposo durante 24h para que vaya macerando. Transcurrido ese tiempo, se procede a embutir la masa de carne y especias en la tripa de cerdo, atándola posteriormente y dejándola aireando en un sitio seco y fresco durante unos 50 días.